El Concejal de Participación y Agenda 21, Óskar García, ha informado que esta semana se han distribuido por diversos comercios del municipio los nuevos contenedores para la recogida de pilas eléctricas y pilas botón. Bajo el lema “Posa’t les piles, recicla la teua energia” los contenedores, su mantenimiento y la recogida final de pilas usadas están sufragados al 100% por la Diputación de Alicante, que colabora una vez más con el municipio en materias medioambientales. Óskar comentaba que “los nuevos puntos donde los callosinos pueden dirigirse para depositar sus pilas usadas son la Ferretería Montiel de la C/ Jaume Roig, Coarval, Ferretería Montiel de Replaceta dels Moros, A bon preu en Plaça del Convent y Ferretería Palacio en la Crtra de Alacant. Es importante que los ciudadanos nos concienciemos en no depositar las baterías usadas en la basura tradicional, ya que son elementos tremendamente contaminantes y muy nocivos para el medio ambiente si no se manipulan y retiran bajo supervisión especializada”. Efectivamente, y dejando a parte la contaminación que producen las industrias que las fabrican, existen tres problemas importantes como resultado directo de la utilización de pilas: Por un lado el despilfarro económico que su uso implica pues la corriente eléctrica generada por las pilas es 450 veces más cara que la de red. Por otro, la inutilización de aparatos debido a su supuración, porque una pila abandonada en un aparato que no usamos, corre peligro de derramar las sustancias químicas de su interior, con lo que el aparato que las contiene puede deteriorarse seriamente. Por último y ya mencionando, su eliminación cuando se agotan, que es el principal problema a resolver. Cuando las pilas se agotan, suelen ser transportadas en la bolsa de basura a vertederos no específicamente preparados, donde son abandonadas o incineradas. Es decir, en los vertederos ocurre precisamente aquello que prohíben las instrucciones de los envoltorios. Si se acumulan en los vertederos, con el paso del tiempo, las pilas pierden la carcasa y se vierte su contenido, compuesto principalmente por metales pesados como el Mercurio y el Cadmio. Estos metales, infiltrados desde el vertedero, acabarán contaminando las aguas subterráneas y con ello se introducirán en las cadenas alimentarias naturales, de las que se nutre el hombre. Baste decir para finalizar que una sola pila botón, como la que lleva un reloj de pulsera, puede llegar a contaminar hasta 200.000 mil litros de agua, muchísimo más de lo que bebe una persona en toda una vida. La instalación de estos nuevos puntos es una buena oportunidad para concienciarnos y poder empezar a reciclar este tipo de elementos.
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